Misa
PRIMERA LECTURA
Os 2, 14-16.19-2
Me casaré contigo en matrimonio perpetuo.
Esto dice el Señor: «Yo la cortejaré, me la llevaré al desierto, le hablaré al corazón. Y me responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que la saqué de Egipto. Aquel día —oráculo del Señor— me llamará “Esposo mío”, no me llamará “Ídolo mío”. Me casaré contigo en matrimonio perpetuo, me casaré contigo en derecho y justicia, en misericordia y compasión; me casaré contigo en fidelidad, y te penetrarás del Señor.»
Palabra de Dios.
Salmo responsorial 44.
R/. Escucha, hija, mira: inclina el oído.
Escucha, hija, mira: inclina el oído, olvida tu pueblo y la casa paterna: prendado está el rey de tu belleza, póstrate ante él, que él es tu Señor. R/.
Ya entra la princesa, bellísima, vestida de perlas y brocado; la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes; la siguen sus compañeras. R/.
Las traen entre alegría y algazara, van entrando en el palacio real. A cambio de tus padres tendrás hijos, que nombrarás príncipes por toda la tierra. R/.
SANTO EVANGELIO:
Mt 24, 1-13.
Que llega el esposo, salid a recibirlo.
En aquel tiempo dijo Jesús, a sus discípulos esta parábola: «El reino de los Cielos se parecerá a diez doncellas que tomaron lámparas y salieron a esperar el esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz; “¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!” Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: “Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas.” Pero las sensatas contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis.” Mientras iban a comprarlo llegó el: esposo y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las doncellas, diciendo: “Señor, señor, ábrenos.” Pero él respondió: “Os lo aseguro: no os conozco.” Por lo tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.»
Palabra del Señor.
COMENTARIOS
Las autoridades Judías: Hacen parte de los hombres que matarán a Jesús
Las Autoridades Romanas: Tienen un alto nivel de responsabilidad en la persecución y en la muerte de Jesús.
El templo: Como epicentro de poder de las anteriores autoridades que ha sido una institución corrupta y manipuladora de la fe del pueblo.
El Impuesto: como mecanismo de control, de dominación y de empobrecimiento.
Jesús sabe que no es el momento para agudizar la confrontación con las instituciones, además porque las autoridades tenían previsto los dispositivos de persecución y señalamiento para quienes no cumplieran con la ley, es en ese sentido que Jesús, no quiere generar escándalo y le da una alternativa clara a Pedro, en la actividad cotidiana de la pesca, en ese trabajo duro de un buen grupo de hombres sometidos, será que se construya la alternativa.
En otro sentido, nos encontramos con un cristianismo que no hace aún rupturas con el judaísmo. Las comunidades provenientes del judaísmo conservan sus costumbres y ritos, si no en la práctica, si en la memoria, ante ello. El símbolo del pez, tiene mucho que ver con la representación de Jesús, como el nuevo camino a seguir, con él se pueden dejar atrás, las ataduras de la ley y el dominio de las instituciones caducas.
Vale la pena que nos preguntemos, en qué medida nuestras vidas están condicionadas por amarras a estructuras hechas por hombres y generadoras de pobreza y exclusión, se trata de una revisión ética de nuestra vida cotidiana. El mundo de hoy, lejos de estar gobernado por criterios de dignidad humana, se encuentra regido por estructuras injustas, sustentadas, en el empobrecimiento y la exclusión de la mayoría. Lo que el evangelio nos pide es una postura crítica y una acción profética en contra de dichas estructuras.