Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor. Estuve enfermo y me visitaron. Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que encendiste a san Maximiliano María, presbítero y mártir, en amor a la Virgen Inmaculada y lo colmaste de celo por la salvación de las al mas y de caridad hacia el prójimo, concédenos, por su intercesión que, solícitos en el servicio a los hermanos por la gloria divina, nos hagamos semejantes a tu Hijo, que dio su vida por nosotros. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Ez 18, 1-10. 13. 30-32
Lectura de la profecía de Ezequiel.
La palabra del Señor me llegó en estos términos: ¿Por qué andan repitiendo este refrán en la tierra de Israel: “Los padres comieron uva verde, y los hijos sufren la dentera”? Juro por mi vida —oráculo del Señor— que ustedes nunca más dirán este refrán en Israel. Porque todas las vidas me pertenecen, tanto la del padre como la del hijo: la persona que peca, ésa morirá. Si un hombre es justo y practica el derecho y la justicia; si no participa de las comidas sagradas en las montañas y no levanta sus ojos hacia los ídolos de la casa de Israel; si no deshonra a la mujer de su prójimo y no se acerca a una mujer en los -días de su menstruación; si no oprime a nadie, si’ devuelve la prenda al deudor y no quita nada por la fuerza; si da su pan al hambriento y viste al desnudo; si no presta con usura ni cobra intereses; si aparta su mano de la injusticia y juzga imparcialmente en los litigios; si camina según mis preceptos y observa mis leyes, obrando con fidelidad, ese hombre es justo y seguramente vivirá —oráculo del Señor—. Pero si engendra un hijo ladrón y sanguinario, que hace alguna de esas cosas, este hijo no vivirá. A causa de todas las abominaciones que cometió, morirá irremediablemente, y su sangre recaerá sobre él. Por eso, casa de Israel, Yo los juzgaré a cada uno de ustedes según su conducta —oráculo del Señor—. Conviértanse y apártense de todas sus rebeldías, de manera que nada los haga caer en el pecado. Arrojen lejos de ustedes todas las rebeldías que han cometido contra mí y háganse un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué quieres morir, casa de Israel? Yo no deseo la muerte de nadie —oráculo del Señor— Conviértanse, entonces, y vivirán.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El primitivo pueblo de Israel tenía un Sentido muy fuerte de la responsabilidad común del grupo, sea familiar, sea nacional. En Josué 7,24 tenemos el ejemplo de la familia del culpable condenada a muerte junto a él. Pero en los últimos tiempos del reino de Judá, se afianza el sentido de la responsabilidad personal.
SALMO SaI 50, 12-15. 18-19
R. ¡Dios mío, crea en mí un corazón puro!
Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo espíritu. R.
Devuélveme la alegría de tu salvación, yo enseñaré tu camino a los impíos y los pecadores volverán a ti. R.
Los sacrificios no te satisfacen; si ofrezco un holocausto, no lo aceptas: mi sacrificio es un espíritu contrito, Tú no despréciese l corazón contrito y humillado. R.
ALELUYA Cfr. Mt 11, 25
Aleluya. Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque revelaste los misterios del’ Reino a los pequeños. Aleluya.
EVANGELIO Mt 19, 13-15
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Trajeron a unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orara sobre ellos. Los discípulos los reprendieron, pero Jesús les dijo: “Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos”. Y después de haberles impuesto las manos, se fue de allí.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Jesús mostró simpatía por los niños, y es además una conducta generalizada. Ellos son inocentes y sencillos: actitud que contrasta con la malicia e intriga de algunos adultos. Por eso, para blanquear la vida, hay que hacerse como niños.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, te presentamos estos dones, pidiéndote humildemente que, a ejemplo de san Maximiliano María, aprendamos a ofrecerte nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Jn 15,13
Dice el Señor: no hay amor más grande que dar la vida por los amigos.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, te pedimos, Padre, que arda en nosotros aquella caridad que san Maximiliano María recibió en la eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
REFLEXIÓN BÍBLICA
“No les impidan a los niños que se acerquen a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos”
Mt 19, 13-15
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
Esta es la segunda vez que aparece Jesús con los niños en los Evangelios, en esta ocasión se los presentan. El motivo por que se los presentan es para que “les impusiese las manos y orase por ellos.” Era costumbre hacer bendecir a los niños por jefes de las sinagogas. Se pensaba que por la vinculación, como jerarcas, con Moisés, a su oración e imposición de manos, habían de recibir la bendición de Dios (Dt 34:9). Pero no sólo en estos casos, sino que también era costumbre que los hijos y los discípulos se presentasen a sus padres y a sus maestros para hacerse bendecir por ellos. En estos casos, la fórmula de bendición era improvisada. Todo esto prueba el concepto de grandeza moral y prodigiosa en que las gentes tenían a Jesús. Veían en su oración sobre ellos y en su imposición de las manos, la facultad de realizar milagros o actos extraordinarios.
Fácilmente podríamos imaginarnos la escena de esos momentos, talvez alguna cierta aglomeración de las mamas con sus hijos, intentando tener la preferencia de presentación de sus niños. Según se entiende en el Evangelio, esto incomodó a los apóstoles. Tanto, que ellos regañaron a las gentes. Lo que sucedía era que en ese momento Jesús estaba enseñando, y los apóstoles no miraron con buenos ojos este proceder de los padres y los niños, entonces ellos reprendieron a los muchachos, quizás pensaron que molestarían al Maestro.
Pero esta actitud de los apóstoles molesto a Jesús (Mc), quien les dijo que no les impidiesen acercarse a él, porque de los que son como ellos es el Reino de los Cielos. Frente a la actitud de los fariseos y de otros, Jesús señala la actitud de los niños para ingresar en el reino.
Frente a los fariseos, que se creían con derecho y exigencia del reino, Jesús señala de quiénes es: de los niños. Considerados en aquel tiempo, como sin valor, reciben el reino sin exigencia: como puro don gratuito del Padre.
Mateo y Marcos, dicen que Jesús les “impuso” las manos; sin embargo Lucas lo omite. Pero Marcos, lo describe minuciosamente: abrazándolos, los bendecía. El gesto de la “imposición” de manos, era muy frecuente en Jesús, incluso en sus milagros.
Así fue, como la gente trajo sus hijos para que Jesús les impusiera las manos. Nosotros no hemos visto a Jesús, no estuvimos junto a El, pero nos imaginamos que debe haber tenido un atractivo cautivante, encantador, maravilloso, muchos los seguían, querían tocarle, auque sean los flecos de su manto, su afabilidad y cordialidad, asombraban, y veían en El, facultad de realizar milagros o actos sorprendentes. Con esta forma de ser de Jesús, los niños deben haber actuado como son hasta hoy, donde ellos ven cariño, donde sienten paz, se acercan con mucha confianza.
Con esta lección de Jesús, cuando veamos a los niños acercarse al presbiterio, dejémoslo, esa confianza que a ellos les inquieta se les confirma en el corazón, la presencia de Cristo en el altar, allí está su cuerpo y sangre en cada eucaristía, aún más invitemos a los niños al sagrario, digámosle que es el tabernáculo, enseñemos a nuestros muchachos a orar, a hacer sus plegarias frente al santísimo, acostumbremos a nuestros niños a ofrecer sus oraciones por ellos y por sus familia al Señor Sacramentado, es justo eso lo que Jesús no esta pidiendo, "Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos".
Jesús no solo quiere demostrarnos su gran amor por nuestros niños, en los Evangelios la sencillez de corazón es reclamada con insistencia, la limpieza y la humildad e espíritu es un requisito indispensable para llegar al Reino de los Cielos y Jesús quiere que todos lleguemos, por esa razón nos invita a ser como niños, por que en ellos las virtudes no están contaminadas, siempre esta presente la docilidad, y la buena disposición.
Cuando un niño asiste a una catequesis, oye, presta atención, pregunta y lleva a su corazón lo aprendido y lo hace con sencillez, es así, como Jesús ve en los niños el prototipo de sus discípulos, igual como los niños abren sus corazón, sin contradicciones al espíritu, sin juzgar el plan Salvador de Dios, así quiere nuestra disposición a oír los Evangelios.
Fomentemos en nosotros y nuestros niños las virtudes de los infantes, inocencia, sencillez de corazón, sinceridad, credibilidad, docilidad y buena disposición, especialmente para descubrir en los Evangelios el camino para participar en la pertenencia del Reino de los Cielos.
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
PARA LA LECTIO DIVINA
SERÁ VERDADERO DISCÍPULO Y APÓSTOL QUIEN SE HAGA NIÑO.
Los niños fueron «presentados» a Jesús «para que les impusiera las manos y orase». Fueron «presentados» tal vez porque eran verdaderamente pequeños y no sabían caminar todavía solos. Esa es la situación de todo hombre que busca la bendición de Dios y es incapaz de ir a él. Tenemos necesidad de «madres» que nos presenten a Jesús, que no tengan miedo a este Maestro. También tenemos necesidad de dejarnos presentar a Jesús, cosa que sólo es posible si tenemos el espíritu de los niños; si queremos hacerlo solos, tal vez no lleguemos.
Algunos querían impedírselo: llegamos a Dios, a conocerlo y a amarlo de verdad, sólo cuando nos encontramos en la madurez, cuando somos capaces de realizar gestos de adulto. Durante mucho tiempo se ha pensado -y todavía se piensa- que los niños no pueden ser santos. Jesús nos dice que precisamente «de los que son como ellos es el Reino de los Cielos». Nos vienen a la mente todos aquellos que fueron presentados a Jesús para que los curara: el paralítico, el ciego... Quizás nuestra única decisión, la única que tendrá éxito, es la de «dejarnos presentar». ¿Quién nos presentará? En el rostro de esas madres entrevemos al Espíritu del amor.
Podemos realizar aún una ulterior reflexión. Con el gesto de la imposición de las manos acompañado de la oración es posible que Jesús quiera darnos a entender que pretende confiar a los niños un poder, una misión en relación con el Reino: los niños no sólo forman parte del Reino, sino que tienen asimismo el poder de hacer entrar en él. Será verdadero discípulo y apóstol quien se haga niño.
ORACION
Estamos un poco confusos y nos cuesta todavía comprender. Ni siquiera percibimos que sea justo y nos cuesta tener que creer que tu Reino es de los niños, de aquellos que no hacen nada para tenerlo, de los que nada prometen o juran, de los que no piensan tener que darte nada: sólo muestran su disponibilidad para acogerlo, sólo gozan con recibirlo.
Quisiéramos estar entre «ésos» de quienes tú aseguras que forman parte ya de tu Reino. Danos el Espíritu del niño que tiene una confianza absoluta en el amor de quien lo acoge, de quien no quiere estar nunca solo, de quien goza con la posibilidad de referirse a alguien, de quien goza y se maravilla con todo don.
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