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jueves, 30 de septiembre de 2010

Jueves de la 26ª semana del Tiempo Ordinario. Ciclo C.

Misa

Evangelio Mp3

Lecturas

Jueves 30 de Septiembre del 2010
Primera lectura
Lectura del libro de Job (19,21-27):

Job dijo: «¡Piedad, piedad de mí, amigos míos, que me ha herido la mano de Dios! Por qué me perseguís como Dios y nos hartáis de escarnecerme? ¡Ojalá se escribieran mis palabras , ojalá se grabaran en cobre; con cincel de hierro y en plomo se escribieran para siempre en la roca! Yo sé que está vivo mi Vengador y que al final se alzará sobre el polvo: después que me arranquen la piel, ya sin carne, veré a Dios; yo mismo lo veré y no otro, mis propios ojos lo verán. ¡Desfallezco de ansias en mi pecho!»


Palabra de Dios
 
Salmo
Sal 27,7-9,13-14

R/.
Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida

Escúchame, Señor, que te llamo,

ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón:
«Buscad mi rostro.» R/.

Tu rostro buscaré, Señor,

ne me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches. R/.

Espero gozar de la dicha del Señor

en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R/.
 
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (10, 1-12):

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.

Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios." Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: "Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios." Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo.»

Palabra del Señor

Comentario al Evangelio

ciudadredonda
Hay dos rayos de luz que saltan de la Palabra de hoy. El primero viene del libro de Job. Es un grito de esperanza en medio de la prueba que vive: "Ya sin carne veré a Dios; yo mismo lo veré, mis propios ojos lo verán". ¿Cómo es posible mantener este grito cuando se ha bebido la copa del sufrimiento? Las palabras de Job son como un anticipo de las palabras finales de Jesús: "Padre, en tus hermanos encomiendo mi espíritu".
El segundo rayo de luz es un mensaje de Jesús dirigido a los discípulos de todos los tiempos: "¡Poneos en camino!". A veces soñamos con tener todo claro para tomar una decisión. Pero esperar a ver con claridad nos paraliza. La luz se hace caminando. Porque cada vez que nos ponemos en camino, Él -como nos recuerda el relato de Emaús- "se pone a caminar con nosotros".

Liturgia Viva

MISIONEROS Y POBRES (Año II. Job 19, 21-27; Lc 10,1-12)

Introducción

Año II.
Nada puede destruir la fe de Job en Dios. A pesar de todo su sufrimiento, sabe que Dios vive y es su Redentor. Job sigue convencido de que Dios no quiere aplastar a la gente.

Evangelio
. Poca gente se impresiona por el hecho de que un obispo viva una vida de pobreza en un gran palacio o de que los sacerdotes, religiosos y religiosas son sobrios y comedidos en su vida personal cuando utilizan ricos y poderosos medios e instituciones para llevar a Dios al pueblo. Los misioneros, por muy entregados y serviciales que puedan ser, no son muy convincentes, y encuentran gran dificultad en edificar comunidad, si importan desde el extranjero poderosos medios, utilizados para el ministerio pastoral. --- Cuando Jesús envía a sus misioneros a evangelizar a los pobres, él quiere que sean, como él, pobres entre los pobres. La verdadera y evangélica pobreza es un ideal difícil de conseguir. Pero ¿nos mueve todavía ese ideal?

Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Tú no posees nada, porque lo eres todo.
Tu propio Hijo nació, vivió y murió en pobreza.
Señor, primeramente haznos conscientes
de la pobreza de nuestro propio corazón,
para que estemos dispuestos
a escuchar, a esperar y a recibir
con la misma actitud de los pobres,
y para que aprendamos a dar generosamente
lo que tenemos y lo que somos,
como hizo Jesús, tu Hijo,
que vive contigo y también con nosotros
por los siglos de los siglos.


Intenciones
- Por los misioneros, para que vayan al pueblo al que son enviados con humildad y con pobreza de medios, roguemos al Señor.
- Por los evangelizadores, para que descubran con respeto todo lo bueno que hay en las mentes y corazones del pueblo y su cultura a los que son enviados, roguemos al Señor.
- Por las Iglesias jóvenes, para que arraiguen con profundidad en el alma de su propio pueblo como comunidades de fe y amor, y que así enriquezcan a toda la Iglesia Universal, roguemos al Señor.


Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Tu Hijo Jesucristo va a venir a nosotros,
aquí ahora sobre el altar,
para entregarse a nosotros
en la pobreza de un trozo ordinario de pan
y de un sencillo sorbo de vino.
Haznos disponibles, junto con él,
para vivir con la única seguridad
de saber que estamos en tus manos
y de que tú dispones a la gente en su corazón
para aceptar la Buena Nueva de salvación
por medio de nosotros,
si nos volvemos pobres y disponibles para el reino
junto con Jesucristo nuestro Señor.


Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Tu Hijo envió a sus discípulos
a predicar la Buena Nueva de salvación
con una pobreza de medios que desarma.
Libra a tu Iglesia
de la permanente tentación
de intentar impresionar a la gente
con riqueza, poder y prestigio.
Hazla una Iglesia humilde y servidora
que no solo conozca lo que es la pobreza
sino que también tenga el difícil valor de vivirla
con la fuerza de Jesucristo nuestro Señor.


Bendición
Hermanos: Hay una abundante cosecha esperando. La paz del reino de Dios hay que llevarla a muchos. ¡Iglesia: Adelante por el camino del evangelio!
Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes.

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