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viernes, 24 de septiembre de 2010

Viernes de la 25ª semana del Tiempo Ordinario. Ciclo C.


James Tissot, Exhortación de Cristo a los Doce Apóstoles
Misa

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 Lecturas

Primera lectura
Lectura del libro del Eclesiastés (3,1-11):

Todo tiene su tiempo y sazón, todas las tareas bajo el sol: tiempo de nacer, tiempo de morir; tiempo de plantar, tiempo de arrancar; tiempo de matar, tiempo de sanar; tiempo de derruir, tiempo de construir; tiempo de llorar, tiempo de reír; tiempo de hacer duelo, tiempo de bailar; tiempo de arrojar piedras, tiempo de recoger piedras; tiempo de abrazar, tiempo de desprenderse; tiempo de buscar, tiempo de perder; tiempo de guardar, tiempo de desechar; tiempo de rasgar, tiempo de coser; tiempo de callar, tiempo de hablar; tiempo de amar, tiempo de odiar; tiempo de guerra, tiempo de paz. ¿Qué saca el obrero de sus fatigas? Observé todas las tareas que Dios encomendó a los hombres para afligirlos: todo lo hizo hermoso en su sazón y dio al hombre el mundo para que pensara; pero el hombre no abarca las obras que hizo Dios desde el principio hasta el fin.


Palabra de Dios
 
Salmo
Sal 143,1a.2abc.3-4

R/.
Bendito el Señor, mi Roca

Bendito el Señor, mi Roca,

mi bienhechor, mi alcázar,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio. R/.


Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?;

¿qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?
El hombre es igual que un soplo;
sus días, una sombra que pasa. R/.
 
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,18-22):

Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?»

Ellos contestaron: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Pedro tomó la palabra y dijo: «El Mesías de Dios.»
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.»

Palabra del Señor

Comentario al Evangelio

Patricia Molina, rmi
En clima de oración Jesús le hace una pregunta a sus discípulos y los pone en jaque mate. En principio recibe respuestas de lo que pensaba la gente de lo que ellos habían visto y oído. Pero Jesús ahonda un poco más y exige una respuesta vital; ustedes ¿Quién dicen que soy yo?,  finalmente Pedro, siguiendo su corazón, como se lo había revelado el Padre del cielo respondió: Tú eres el Mesías, el hijo de Dios.

Pero la pregunta de fondo de Jesús es,  para mí, es para  vos, es para nosotros ¿quién soy yo? Podemos  eludir esta respuesta, y pasa que  hay hombres y mujeres que van por la vida sin esbozar una respuesta  a esta pregunta; otros,  responden a medias, van a los libros  e intentan deducir quien es Jesús.
La buena noticia de hoy quiere enseñarnos que sólo podremos responder quien es Jesús si aprendemos a encontrarnos con Él, o mejor dicho, si nos dejamos encontrar por Él, porque a veces huimos, nos escondemos y el encuentro se torna difícil.  Jesús nos encuentra de una manera sorprendente, Jesús en nuestro encuentro es siempre sorpresa, y para poder entrar en esa intimidad necesitamos abrir el corazón que es el templo para vivir en plenitud el misterio del  encuentro.

Esta pregunta sigue brotando hoy del corazón mismo de Jesús. En ella, Jesucristo se abre y nos pide una respuesta profunda. Cuando alguien abre el propio corazón, desea que la persona que está enfrente no le responda sólo con la cabeza. Esta pregunta proveniente del corazón de Jesús quiere tocar nuestro corazón. 
¿Quién soy yo para vos?

Liturgia Viva

HAY UN TIEMPO PARA TODO
(Ecl 3,1-11; Lc 9,18-22)

Introducción

    A la luz de Cristo, el famoso pasaje del Eclesiastés de que hay tiempo para cada cosa, llega a ser mucho más positivo que en el pensamiento del autor. Éste se queda perplejo, ya que Dios hace todo a su debido tiempo, sin embargo el ciclo sin fin de cambio desconcierta al pueblo y no sabe cómo ver el momento correcto, ya que Dios ha puesto la eternidad en su corazón. Pero el cristiano sabe que marcha hacia adelante hacia un futuro en Dios; para él el cambio significa las riquezas de la variedad y la oportunidad para ver el momento preciso y usarlo bien al servicio del reino.
    Evangelio. Jesús nos pregunta a cada uno de nosotros hoy no lo que otros dicen sobre él, sino quién es él para nosotros y qué significa para nosotros. La respuesta que espera de nosotros no consiste en largas declaraciones, sino la respuesta viva de nuestras vidas y de nuestra conducta.

Oración Colecta

Oh Dios:
En tu sabiduría infinita
tú ordenas el curso del tiempo
y diriges al mundo y al pueblo
a su destino que acaba en ti.
Tú todo lo haces bien.
Haznos ver con los ojos de la fe
las oportunidades que tú nos das en cada momento.
Ayúdanos a usar nuestro tiempo y nuestra vida
y todos tus buenos dones
para, piedra a piedra, construir tu reino,
hasta que tú lo completes en tu buena Hora,
por medio de Jesucristo nuestro Señor.

Intenciones

  • Señor, hay un tiempo para orar y un tiempo para actuar. Danos la gracia de encontrar tiempo para ambos, roguemos al Señor.
  • Señor, hay un tiempo para pensar en nuestro prójimo. Danos la gracia de poder servir humilde y generosamente a nuestros hermanos, roguemos al Señor.
  • Señor, hay un tiempo para trabajar por tu reino. Danos la gracia de que con cualquier cosa que hagamos sirvamos al mismo reino, roguemos al Señor.

Oración sobre las Ofrendas


Éste es el tiempo, Señor Dios nuestro,
de darte gracias y alabanza
por tus dones de vida y amor
por medio de Jesucristo, nuestro Señor.
Con este pan y este vino
te ofrecemos el día de hoy por medio de él:
las alegrías y los fallos del pasado
y las visiones y sueños de esperanza del futuro.
Estamos seguros de ti y confiamos en ti,
a causa de Jesucristo nuestro Señor.

Oración después de la Comunión


Nacimiento y muerte,
risas y lágrimas,
enfermedad y curación...
Oh Dios, estos son preciosos regalos
que vienen de tus manos.
Colma todos estos dones
con la vida,  el amor,
y la eterna presencia
de aquél que es nuestro pan de vida,
Jesucristo nuestro hermano,
para que cada día llegue a ser
un bendito “Día del Señor.”
Te lo pedimos en el nombre de Jesús, el Señor.

Bendición

Hermanos: Hay un tiempo para cada cosa. Hay un tiempo para nuestro trabajo y para nuestra familia, para encontrarnos con amigos, para descanso y para recreación. Y sin embargo, cualquier  cosa que hagamos lo haremos en el nombre del Señor.
Y que Dios les bendiga, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

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