Sintoniza en directo

Evangelio de cada día

Visita tambien...

sábado, 2 de octubre de 2010

Sábado de la 26ª semana del Tiempo Ordinario Ciclo C


Misa

Lecturas

Sábado 02 de Octubre del 2010
Primera lectura
Lectura del libro de Job (42,1-3.5-6.12-16):

Job respondió al Señor: «Reconozco que lo puedes todo, y ningún plan es irrealizable para ti, yo, el que te empaño tus designios con palabras sin sentido; hablé de grandezas que no entendía, de maravillas que superan mi comprensión. Te conocía sólo de oídas, ahora te han visto mis ojos; por eso, me retracto y me arrepiento, echándome polvo y ceniza.»

El Señor bendijo a Job al final de su vida más aún que al principio; sus posesiones fueron catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil borricas. Tuvo siete hijos y tres hijas: la primera se llamaba Paloma, la segunda Acacia, la tercera Azabache. No había en todo el país mujeres más bellas que las hijas de Job. Su padre les repartió heredades como a sus hermanos. Después Job vivió cuarenta años, y conoció a sus hijos y a sus nietos y a sus biznietos. Y Job murió anciano y satisfecho.

Palabra de Dios
 
Salmo
Sal 118

R/.
Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo

Enséñame a gustar y a comprender,

porque me fío de tus mandatos. R/.

Me estuvo bien el sufrir,

así aprendí tus mandamientos. R/.

Reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos,

que con razón me hiciste sufrir. R/.

Por tu mandamiento subsisten hasta hoy,

porque todo está a tu servicio. R/.

Yo soy tu siervo: dame inteligencia,

y conoceré tus preceptos. R/.

La explicación de tus palabras ilumina,

da inteligencia a los ignorantes. R/.
 
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,17-24):

En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron muy contentos y dijeron a Jesús: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.»

Él les contestó: «Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.»
En aquel momento, lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar.»
Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que veis vosotros, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.»

Palabra del Señor

Comentario al Evangelio del Sábado 02 de Octubre del 2010

ciudadredonda
Celebramos hoy la fiesta del Santo Angel de la Guarda. Una fecha que nos recuerda cuando eramos niños, y en la cama, por la noches, rezabamos aquella tierna oración que decía: “Angel de la Guarda, dulce compañía, no nos desampares, ni de noche ni de día”. Cuando somos niños no nos preguntamos mucho por el porqué de las cosas, o si lo hacemos, lo hacemos más bien como un juego intelectual. Nos gusta el misterio y convivimos con él con naturalidad.  Cuando crecemos intentamos desvelar los misterios, o menos intentamos hacerlos "razonables".

¿Porqué la fe cristiana habla de los Angeles, como esos seres que nos acompañan personalmente, que nos protegen por los senderos de la vida?


Podríamos responder que son simplemente símbolos del amor providente de Dios, provenientes de un contexto cultural en el que se usaba este tipo de lenguaje figurativo para hablar de realidades misteriosas. Pero despachando la cuestión de esta manera no seríamos fieles a la fe de la Iglesia que quiere ser fiel a la Palabra de Dios.


El Catecismo de la Iglesia Catolica se sirve San Agustín para decirnos quienes son: "El nombre de ángel indica su oficio, no su naturaleza. Si preguntas por su naturaleza, te diré que es un espíritu; si preguntas por lo que hace, te diré que es un ángel" (Psal. 103, 1, 15). Con todo su ser, los ángeles son servidores y mensajeros de Dios. Porque contemplan "constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos" (Mt 18, 10), son "agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra" (Sal 103, 20). Cfr. Catecismo Nº 329.


Los Angeles son un reflejo misterioso del rostro de Dios en nuestra realidad, y de hecho, cuando alguien de una manera especial nos muestra una conducta desinteresada, sana y alegre solemos decir que “es un angel”. Si somos lo suficientemente sensibles, seguro que tenemos experiencia de ese paso protector de Dios por nuestra vida, expresado a través de estos seres misteriosos y por supuesto a través de personas de carne y hueso que también son destellos de Dios para cada uno de nosotros.

Liturgia Viva

Introducción
Hoy hablamos mucho de pobreza o de retornar a los verdaderos valores del evangelio. Lo que San Francisco de Asís emprendió en el siglo XIII nos podría inspirar muy bien a nosotros, hombres de nuestro tiempo. La sociedad de hoy amenaza con destruírse a sí misma en muchas partes del mundo por su misma ideología y prosperidad; incluso en países en desarrollo se imponen necesidades artificiales  sobre el pueblo, con pérdida de los más profundos valores de Dios y del mismo pueblo. Lo que necesitamos es no solamente hablar sobre pobreza y sobre vida evangélica, sino vivir responsablemente nuestra vida cristiana conforme a los valores del evangelio.

Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Es un gozo para nosotros celebrar hoy
la fiesta de tu amable y adorable santo,
Francisco de Asís.
Que podamos caminar en nuestra vida, como él,
siendo uno contigo, uno con la naturaleza,
uno con todo lo que es bueno y bondadoso.
Haznos humildes y pacíficos como Francisco.
Así te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Oración sobre las Ofrendas
Oh Dios todopoderoso:
Tú eres parcial en favor de los pobres.
De todos los dones que nos das
traemos ahora ante ti  pan y vino.
Haznos auténticos y sencillos
como estas ofrendas,
siguiendo el ejemplo de San Francisco,
para que entendamos fácilmente
la sencilla y maravillosa historia
de tu perdón y tu amor,
que tú nos cuentas por medio de tu Hijo,
Jesucristo nuestro Señor.

Oración después de la Comunión
Oh Dios, Señor de cielo y tierra:
Te agradecemos, desde la pobreza de nuestro corazón,
que nos hayas permitido comer de la mesa de Jesús
a pesar de nuestra fe imperfecta
y de nuestro tibio amor.
Sigue aceptándonos con nuestras debilidades,
tal como somos;
ayúdanos a ser y a obrar mejor
y prestar un servicio generoso y sincero
a nuestros hermanos marginados y necesitados.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

No hay comentarios: